viernes, 16 de noviembre de 2012

ZEUS, EL GORRIÓN Y EL PAVO REAL
Héctor Zabala ©

Porque Zeus puso a los mortales en el camino de la sabiduría
cuando estableció como ley adquirirla con el sufrimiento…
e incluso a quienes no lo quieren, les llega el turno de ser prudentes…
Esquilo (Agamenón)

Contaban los antiguos que, una vez creados los animales volátiles, pretendió Zeus darles vestidos. Pero como era muy complaciente, no quiso imponerles moda alguna sino más bien indagar sobre sus gustos personales para luego proceder en consecuencia.
Así, a medida que las distintas aves iban desfilando por delante del Olimpo, a cada cual le preguntaba qué ropaje le resultaría de su agrado. Casi todas pedían atuendos prácticos y –en lo posible– bonitos, pero el pavo real exigió un vistoso y variopinto plumaje como para ser visto desde lejos y así erigirse en la envidia y admiración de todo el mundo viviente.
Pero cuando el amontonador de nubes convocó al gorrión, éste le suplicó vestir el más humilde y discreto de los trajes.
Y al ver la perplejidad de Zeus, el pequeñín se apresuró a explicar:
–Oh, padre, ya que has creado tantas águilas y fieras con sus admirables mandíbulas y garras, imagino que lo más sensato será dejarles toda esa admiración al regio pavo también.
Después de escuchar al gorrión, Zeus le guiñó un ojo y le otorgó muchos más graciosos y sutiles meneos a manera de resarcimiento y premio. Pues no dudaba que el pequeñín habría de sacarles provecho como ninguno de sus vástagos.

1 comentario:

  1. Mientras uno se pavonea con plumas hermosas el otro se come rapidamente toda la comida!!! Es excelente este cuento, me encanta! Ademas es tan real!!!! Lo mas triste es que hay muchos pavos reales que no se dan cuenta...

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